Hablemos de Abby Anderson

Durante las pasadas semanas hemos tenido noticias acerca del futuro de la saga The Last of Us. Por un lado, la cancelación (si es que existió alguna vez la intención) del (posible) DLC sobre Abby; y por otro, la confirmación de que el tercer capítulo de esta saga ya estaría escrito. No sabemos en torno a quien girará la nueva entrega, aunque puestas a pedir, me gustaría conocer a los nuevos grupos de Luciérnagas, y, por qué no, ver cómo Abby y Lev se adaptan a este nuevo grupo, y cómo afrontan, por fin, en un entorno más seguro, sus nuevas vidas.

Hace tiempo que quiero escribir acerca de Abby, porque si algo está claro, es que no ha dejado indiferente a nadie. A mí, la primera.

Cuando terminé TLOU allá por 2014, lo primero que pensé es que el final traería cola. Recuerdo que debatí mucho acerca de lo correcto/incorrecto de la decisión que toma Joel al final, y nunca me ha quedado claro si, quienes le defienden, lo hacen desde la emotividad, o desde la racionalidad.

Lo que no podemos negar es que la decisión de Joel de proteger a Ellie condenando posiblemente con ello a la humanidad, no sólo les afecta a elles dos, sino a todas esas personas que pierden la vida por ello. Personas que en ese momento son PNJs sin importancia; pero que cuando miras más allá, descubres que son personas importantes para alguien. Quizá este sea uno de los aprendizajes más duros que nos ofrece esta saga, al sugerirnos que, nuestros actos siempre tienen consecuencias, y afectan a otras personas, para bien y para mal.

Y con ese panorama, Naughty Dog, nos lanzó esta bomba: ¿qué harías si en medio de una pandemia mundial que ha convertido a la humanidad en monstruos infecciosos; tu padre/madre, tu referente, la persona que te cuida y te apoya, y aparentemente, la única persona capaz de acabar con la mierda que ocurre en el planeta, es asesinada a sangre fría a pocos minutos de, probablemente, salvar el mundo? Y no sólo eso, sino que la misma persona que le ha asesinado, se ha cargado todo lo que tenías y amabas… ¿Qué harías?

He leído muchas reseñas, opiniones y blogs acerca de TLOUII y de Abby, y no entiendo la incapacidad de muchísima gente para empatizar con ella, cuando sí consiguen hacerlo con Ellie. Alguien que, a medida que avanza la trama, se va convirtiendo en alguien muchísimo más frío, sádico y sanguinario de lo que aparenta, en un principio, la propia Abby.

Muchas han sido las críticas acerca de su cuerpo, su identidad sexual, o su capacidad de liderazgo… Que si, “el cuerpo de Abby no es real, o que una mujer no puede conseguir ese aspecto”… (¡Googlear Colleen Fotsch, por favor! Y más allá de eso… ¡Lleva 4 años entrenándose de manera obsesiva para poder cargarse al asesino de su padre! He jugado sagas completas de videojuegos con protagonistas masculinos hipermusculados a los que jamás he visto hacer una sola dominada, o levantar una pesa, y no he leído a nadie cuestionándole…). Aunque lo que me ha dado absoluta vergüenza ajena, ha sido leer comentarios tan horribles acerca de su cuestionada identidad sexual. Señoros del mundo, Cis o Trans… ¡¿¡qué más da!?! Abby Anderson es una mujer.

No obstante, lo que me ha hecho más gracia leer es que Abby no sea carismática, ni dulce, sobre todo porque este comentario lo he leído de mujeres… Y es que, realmente, no tiene por qué serlo. No todos los personajes femeninos tienen que tener un carácter de unicornios y purpurina (menos aún con el contexto de TLOU). Ellie tampoco es que sea la alegría de la huerta, y nadie critica su forma de ser o de relacionarse con el resto de personajes.

La gente confunde el carisma con caer bien; sin embargo, el carisma tiene más que ver con la capacidad de entender a las demás personas, la proactividad, la capacidad de escucha, la presencia, o la autoconfianza. Y con tener una mente abierta, credibilidad, autocontrol y capacidad de persuasión. Las personas carismáticas son líderes por naturaleza, personas a las que la gente sigue y que inspiran lealtad. Y no podemos negar que Abby es muchas de esas cosas en muchas ocasiones; como cuando consigue que un grupo de gente la acompañe en su venganza a lo largo de los años (aunque la cuestionen, no la abandonan), cuando se aparta de Owen (porque siente que la frena en su objetivo, y cuando cree que alejarse de él, es lo mejor para su futura familia), cuando salva a Lev y Yara (no una, sino varias veces), cuando perdona la vida a Ellie y al resto de su grupo (no una, sino dos veces, porque su venganza era con Joel)…

Se odia de Abby, no tanto por sus actos, sino porque es una mujer; una que no cumple con los arquetipos femeninos y que encima tiene la osadía de asesinar a golpes al protagonista masculino. Al menos Naughty Dog, evitó un mayor trauma con una escena de vídeo, algo que no hicieron al final, con la paliza que Ellie le da a Abby cuando está moribunda, herida y famélica. (¿Un regalo de consolación, quizás?).

Se critica reiteradamente la forma en que Abby decide llevar a cabo su venganza; aunque sea Ellie la que se pasa el juego intimidando, amenazando, torturando, e incluso infectando adrede a las personas cercanas a Abby, únicamente para hacerlas hablar. Sin embargo, esas formas no se han cuestionado tanto, porque a Joel se le conoce y se le aprecia y una hija tiene derecho a vengar a su padre, ¿verdad?

Pero la intención de Abby no es la de gustar a nadie, la intención de Abby es existir y vivir según sus propias reglas. Y esa actitud molesta a mucha gente, porque no es un objeto, es un sujeto, y además, protagonista y dueña de sus actos. No es una Lady Dimitrescu, voluptuosa y sensual que, aunque sea la villana, te seduce a través de la pantalla, o un Negan, que aunque no duda en reventar cabezas con Lucille, es un tío que mola. ¿Odiarían tanto a Abby si entrara en el canon de “conejita traviesa”, o si hubiese sido otro macho alfa estilo Isaac? Creo que con un personaje diferente, la escena de la muerte de Joel hubiese sido un shock igualmente; pero estoy segura de que no hubiese generado tanto odio, tanta misoginia y tanta transfobia (a Naughty Dog les faltó que Abby fuese una mujer racializada, para hacer pleno). Esas son las raíces más del problema.

Ya que sabemos que habrá TLOUIII, me encantaría que Naughty Dog nos permitiese seguir conociendo a Abby, y también, ver cómo crece Lev como (él sí) hombre trans, cómo llegan a encontrarse con los Luciérnagas y cómo, por fin, encuentran un lugar seguro en el que vivir en paz. Porque después de tanta lucha, tanta pérdida y tanto sufrimiento, Abby y Lev, se lo merecen más que nadie.

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