Rejugando Mass Effect: Peros y Contras

La trilogía Mass Effect es una de las que siempre recomiendo a todo el mundo cuando quieren jugar un buen RPG. Me gusta mucho; la comandante Shepard es una de mis protagonistas de videojuegos favoritas y la historia narrada en la trilogía original, es una de las más emocionantes y emotivas que he jugado en mi vida gamer. Así que, obviamente, cuando se anunció la “Legendary Edition” no sólo me ilusioné, sino que la reservé en cuanto pude, y sí, ya la he rejugado (varias veces).

El caso es que Mass Effect sigue siendo la misma trilogía (con pequeñas modificaciones), pero yo no; y en ciertos momentos, se me ha torcido el gesto un poquito porque, siendo sincera, no la recordaba tan machista.

Ahora tengo miedo de rejugar Dragon Age Origins.

Por ello, aunque Mass Effect tiene mucho muy bueno, vamos a hablar de algunas cositas que me fastidian y por las que me encantaría preguntar a Bioware. Supongo que mucho de ello tiene que ver con que la trilogía original se publicó entre 2007 y 2012; pero algunas son tan canon que por mucho que la saga evolucione, son difíciles de cambiar. Hablemos de ellas…

La escasa representación femenina en las razas alienígenas. Apenas encontramos hembras krogan, turianas, salarianas, o quarianas; pero es que, en el caso de las drell, hanar, batarianas, volus, elcor, vorcha… ¿existen realmente? ¿Era tan complicado introducirlas?

Muy pocas mujeres en puestos de poder. Si eliminamos a FemShep de la ecuación, y elegimos a MaleShep, prácticamente nos encontramos con un mundo masculino en el que existen muchas subordinadas y pocas líderes. Exceptuando a la raza asari, en la que no queda más remedio que mostrar líderes femeninos, en el resto de razas, incluida la humana, cuesta mucho encontrar mujeres con poder real, ya sean políticas, soldados, o líderes de grupos. Algo injustificable cuando viajas por toda la galaxia, y siendo el año 2183.

Tus compañeras de equipo han debido pasar un casting de modelos antes de entrar en la Normandía. Supongo que tiene que ver con la escasez de hembras femeninas en razas alienígenas; pero me resulta curioso que todas tus compañeras sean de aspecto humanoide, guapas y exuberantes, incluso EDI que no deja de ser un robot.

Admitid que Garrus, lo que se dice guapo, no es…

Vendernos una raza agénero que, en realidad, es innegablemente femenina, y extremadamente sexualizada. Las asari… La raza más avanzada de la galaxia, y parte importante del Consejo Galáctico; pero que se caracterizan por ser bonitas, gráciles, expertas en biótica (la magia de la galaxia) y por su diplomacia, su cultura, y su erudición. Cayendo en los mismos estereotipos femeninos de siempre.

Y es que constantemente nos recuerdan que las asari están hechas para el disfrute. Desde la comedida consejera, pasando por la consorte Sha’ira, pasando por las bailarinas de pole-dance de todas las discotecas de la galaxia, o los incontables comentarios acerca de ellas, su cuerpo y su sensualidad. En ningún momento se habla igual de ninguna otra raza de la galaxia, ni si quiera de las hembras humanas, lo que convierte todo esto en innecesario, y que únicamente sirve para quitarles credibilidad, valor y poder.

En mi opinión, perdieron una magnífica ocasión para representar una auténtica raza de género neutro que generara esa curiosidad e interés a la vez que nos hiciera repensarnos ciertas cosas acerca de la orientación del deseo.

¿Son las Asari realmente lo que parecen?

Las Ardat-Yakshi. La idea de darles un lado oscuro a las Asari, me parece una gran idea; sin embargo, no hubo acierto a la hora de elegirlo… No sólo se sexualiza una raza entera de alienígenas, sino que encima se inventa un trastorno que las convierte en súcubos interespaciales. Podían haber sido unas sádicas asesinas debido a una psicopatía, o tener algún tipo de esquizofrenia que las convirtiera en un peligro público; pero no, decidieron que fueran depredadoras sexuales cuyo modo de matar es a través del sexo. Como si no hubiera quedado claro que las asari están hechas para el goce y el disfrute, sus enfermedades también tienen que ver con ello.

Los comentarios de tíos salidos. Adoro a Joker, pero en cuanto EDI consigue un cuerpo, se convierte en un baboso. Es como el amigo al que constantemente tienes que llamar la atención porque se pasa de la ralla con sus comentarios. Me pregunto si la relación entre ellos sería la misma si el cuerpo de EDI no fuera el de una sexbot.

Joker babeando como si EDI no estuviera justo a su lado.

La genofagia. Esa mutación genética diseñada para impedir que la raza Krogan se reproduzca de manera normal y con ello desequilibre la balanza de poder en la Galaxia. Una decisión cruel, y a la vez, muy justificada por el miedo; pero, ¿quiénes sufren la genofagia? Durante toda la trilogía en punto focal se dirige hacia los machos, cuando en realidad, son las hembras las que sufren no poder llevar sus embarazos a término, o dar a luz a su prole muerta. Y sin embargo, este drama se pasa por alto. No sólo no aparecen apenas hembras krogan durante la saga, sino que a las pocas que hay, se las muestra como “juguetes rotos” y “conejillos de indias” desesperados, sin apenas presencia en la sociedad krogan; cuando la realidad es otra, y con una misión secundaria en Tuchanka podría haberse demostrado.

¿Quién no hubiera querido que Eve se uniera a la Normandía?

Ojalá una compañera krogan jugable en la continuación de la saga.

El pole-dance y el lap-dance, ¿era necesario? No sólo se sexualiza a las bailarinas, utilizando únicamente humanas y asari en ese papel, sino que encima se las viste jugando con su desnudez, y se las coloca sobre mesas y tarimas en posturas insinuantes.

¿Por qué no hay turianas, quarianas, salarianas… trabajando de bailarinas? ¿Por qué no hay hombres trabajando de ello?

Quiero ir a Tuchanka y ver esto en un bar.

La monogamia. Da igual los siglos que pasen, los planetas que visites, o las razas alienígenas que conozcas que, en cuestiones de pareja o de relaciones amorosas, las cosas no cambian jamás. Afortunadamente la diversidad en la orientación del deseo sí que está prácticamente aceptada socialmente en casi todas las razas; pero por siglos que pasen, parece que las parejas abiertas o el poliamor no son opcionales.

Shepard, decídete y no juegues con mi corazón.

Aún con todo, he de decir que, pese a ese fuerte sentimiento de resignación, la historia de Shepard tiene un lugar muy especial en mi corazón y en mi colección de videojuegos. Sólo espero que, en lo que está por venir, Bioware siga afinando y destacando por ser una de las compañías que abrazan la diversidad y huyen del sexismo. Sin planos de traseros innecesarios, con personajes diversos de verdad, historias emocionantes, y nuevos desafíos que afrontar. Sin sentir que, en el fondo, me estoy conformando. Mass Effect Andromeda demostró algunos cambios en este aspecto, por lo que soy positiva al respecto.

Ojalá tengamos pronto novedades de la continuación de Mass Effect, mientras tanto, podemos seguir enfrentándonos a los Segadores, o a los Kett, de vez en cuando.

Pinterest. Unoobang.

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